Las revelaciones acerca de la relación extramarital de la reina Letizia Ortiz con el abogado Jaime del Burgo continúan generando controversia en España y el mundo. Desde antes de comprometerse con el rey Felipe VI y hasta años después del nacimiento de la princesa Leonor y la infanta Sofía, esta supuesta relación clandestina habría involucrado encuentros cuidadosamente planeados, incluso en el exclusivo Hotel Arts de Barcelona, un lugar teñido por el escándalo.
Según diversas fuentes, incluidos comentarios de la periodista Pilar Eyre, Letizia y Jaime del Burgo habrían recurrido a un elaborado plan para verse sin levantar sospechas. Uno de los epicentros de estos encuentros fue el Hotel Arts de Barcelona, un ícono del lujo en la ciudad. Mientras Letizia justificaba sus visitas diciendo que iba a ver a su hermana Telma Ortiz, Del Burgo simulaba una relación con Telma para encubrir los encuentros.
El nivel de planificación fue tal que Letizia ingresaba al hotel por el estacionamiento, usaba ascensores del personal y evitaba cualquier registro que pudiera exponerla. La presencia constante de sus escoltas no impidió que estos encuentros se llevaran a cabo, lo que plantea preguntas sobre cómo se gestionaron estos movimientos sin que nadie alertara a Casa Real, que, según reportes, comenzó a investigar todo en 2013.
El Hotel Arts, elegido para estos presuntos encuentros, es uno de los más exclusivos de Barcelona. Situado frente al mar en el barrio de la Barceloneta, este emblemático edificio destaca por su imponente estructura, que se eleva 154 metros y ofrece vistas panorámicas de la ciudad.
El hotel cuenta con 483 habitaciones, incluidas 28 suites y 44 apartamentos de lujo, ideales para quienes buscan privacidad y confort. Sus interiores combinan diseño contemporáneo con detalles elegantes, reflejando la atmósfera sofisticada que caracteriza a la marca Ritz-Carlton, a la que pertenece.
Entre los servicios más destacados, el Hotel Arts ofrece acceso a restaurantes galardonados, un spa de clase mundial en la planta 43, y una piscina exterior rodeada de jardines. Todo esto lo convierte en un lugar perfecto para quienes desean pasar desapercibidos, disfrutando del máximo lujo sin preocuparse por las miradas indiscretas.
El impacto de estas revelaciones no solo afecta la imagen de Letizia Ortiz, sino también la de la monarquía española en su conjunto. Se dice que el rey Felipe VI descubrió estos encuentros en 2013, lo que habría sido el detonante de una de las primeras grandes crisis en su matrimonio. Hasta ahora, muchos creían que las tensiones entre ambos se debían a la presión mediática y al escándalo del caso Nóos, pero las nuevas revelaciones apuntan a una realidad mucho más compleja.
Por su parte, Jaime del Burgo anunció que próximamente publicará un libro en el que promete revelar más detalles y pruebas de su relación con Letizia. Mientras tanto, Casa Real guarda silencio, y la reina sigue cumpliendo con su agenda oficial, tratando de mantener la compostura ante el creciente interés público.
VO