La relación entre Javier Milei y su entorno con la vicepresidenta Victoria Villarruel es cada vez más tensa. Un posteo de la jefa del Senado en la red social X volvió a exponer en público las fisuras de un conflicto en el seno del poder libertario. Esta vez fue la situación del gendarme argentino detenido en Venezuela lo que generó un choque entre Villarruel y Patricia Bullrich, la ministra de Seguridad, uno de los alfiles más “preciados” por el jefe de Estado.
Villarruel respondió a un usuario anónimo una pregunta sobre el gendarme preso. Ella escribió: “Jamás habría autorizado a un gendarme a ir a Venezuela. Lo que está ocurriendo es la consecuencia tristemente obvia, pero como no soy del área de Seguridad, no opino de las sanciones y acciones que se deberían tomar”. La titular del Senado eliminó el posteo, pero Bullrich reaccionó. “Resulta vergonzoso que utilice a Nahuel Gallo para juntar likes”, le reprochó.
Se trata de una escalda en los intercambios entre el círculo de Milei y su compañera de fórmula, que había alcanzado un pico la semana pasada, cuando la vicepresidenta convocó a una sesión para destituir a Edgardo Kueider, algo que le interesaba al kirchnerismo pero que terminó siendo acompañado hasta por LLA. Milei salió desde Italia, donde fue a visitar a Giorgia Meloni, para apuntar contra su vice que, según dijo, debió haber estado a cargo del Ejecutivo y no presidiendo el Senado. El mandatario puso a Villarruel en una situación incómoda y declaró que la sesión, que terminó haciendo caer al senador preso en Paraguay, era nula.
Entre los libertarios agitaron una posible destitución de la número dos del Gobierno. Pero las aguas se calmaron transitoriamente con un posteo de Villarruel, en el que aclaraba que ella no estaba participando de ningún armado político, y que se ubicaría donde Milei le pidiera.
“Ante comunicados de algunos partidos políticos que se arrogan la representación de mi persona y mis ideas, quiero expresar que hoy no hay lugar para la ‘moderación’. No estoy participando de ningún armado político y cuando lo haga, lo haré donde el Presidente me lo pida. Soy parte del espacio que gobierna nuestro país, desde su misma fundación y aquí me quedaré defendiendo las convicciones que nos llevaron a encontrar un camino común”, escribió.
El episodio de hoy, sin embargo, parece anticipar más sombras en el vínculo.
“Sra. Vicepresidente”, es la cabeza de la publicación que hizo Bullrich minutos después de las 17.30. “Resulta vergonzoso que utilice a Nahuel Gallo para juntar likes, y además elimine el tuit cuando la repercusión no es la esperada. Los argentinos ya no toleran la cobardía ni el oportunismo político”, le reclama en primer lugar.
Y le reprocha también: “Es claro que usted habla con total desconocimiento de los canales y mecanismos administrativos que rigen en el marco de la Gendarmería Nacional. La autorización de viajes se otorga a través de la Dirección de Personal. Por eso le solicito que antes de emitir declaraciones, la próxima vez se informe”.
Sobre el final del posteo, invita a Villarruel -por medio de una chicana- a avanzar con el congelamiento del sueldo de los senadores. “Por último, si quiere servir a la Patria, como argentina le pido se ocupe de frenar el descabellado e inminente aumento de sueldos en el Senado de la Nación. La ciudadanía está haciendo un esfuerzo heroico para superar la crisis heredada y no merece financiar dietas de 9.5 millones para ningún legislador”, completa.
El suboficial Nahuel Agustín Gallo, de 33 años y oriundo de Catamarca. se encontraba en Colombia como parte de una misión de la fuerza y había viajado a Caracas para visitar a un familiar de su pareja. Fue entonces al uniformado lo detuvieron las Fuerzas de Seguridad de Venezuela cuando intentaba ingresar a ese país.
El primer destino de Gallo en tierras venezolanas era un aeropuerto de esa ciudad, donde debía tomar un vuelo hacia Caracas. Allí vive desde hace siete meses con su esposa y un hijo de 2 años. El gendarme se encontraba de vacaciones en su trabajo en la frontera Chile-Argentina, donde cumplía funciones destinado por escuadrón 27 de Gendarmería “Uspallata”, de Mendoza.
Luego de que la noticia tomara estado público, Bullrich confirmó que Gallo se encuentra en “en una base de Inteligencia” en Táchira. “Sabemos dónde está”, había remarcado en declaraciones radiales. “La citaron a la madre de la novia, pero por un tema de seguridad ella no se acercó”, destacaba la funcionaria.
La ministra agregó que Gendarmería presentó una denuncia penal por el secuestro del cabo primero. “Desde el martes 10 de diciembre, momento cuando la Fuerza tomó conocimiento de la situación del suboficial en Venezuela, inmediatamente se contactó con familiares y se elevó toda la información a las autoridades ministeriales”, indicó la GNA (Gendarmería Nacional Argentina) en un comunicado que dio a conocer el domingo.
“Gendarmería presentó un recurso de habeas corpus en favor del cabo primero Gallo ante el Juzgado Federal de Mendoza por ser este su último domicilio registrado. El Obispado Castrense Argentino, en solidaridad con la institución, entabló comunicación con su par en Venezuela, quien se comprometió en realizar las averiguaciones pertinentes”, proseguía el texto. “La fuerza continúa brindando todos los medios para apoyar las gestiones que se encuentra realizando el Ministerio de Seguridad de la Nación. Exigimos a las autoridades policiales venezolanas la inmediata libertad de nuestro camarada”, cerraba.
Las negociaciones diplomáticas se están llevando a cabo con “máxima reserva”, tal cual describió una de las autoridades que participa de las gestiones del Gobierno. Según un comunicado oficial del Gobierno, “pese a la naturaleza estrictamente personal de su visita, fue detenido de manera inmediata, sin motivo legítimo alguno y en abierta violación de sus derechos fundamentales”. El Ejecutivo invoca motivos humanitarios para obtener colaboración internacional.
Durante un acto en el Colegio Militar el martes, y con declaraciones previas de Bullrich y el canciller Gerardo Werthein como punto de apoyo, Milei sentenció: “En primer lugar, y antes de comenzar el discurso, quiero referirme al secuestro ilegal de Nahuel Gallo en Venezuela. Fue detenido por las fuerzas de seguridad a cargo del dictador criminal Nicolás Maduro por el único delito de visitar a su pareja y su hijo”. Luego reclamó ante los presentes su “inmediata liberación”.
Diosdado Cabello, el número dos del gobierno de Maduro, había justificado la detención de Gallo al puntualizar en que viajaba por todo el mundo, con solo 500 dólares, lo que lo convertía en sospechoso. Hoy cambió la narrativa. En una nueva comunicación Cabello sostuvo que el joven miembro de la fuerza de seguridad era parte de un “plan” para sacar de la embajada argentina en Caracas a los seis opositores al régimen bolivariano, que responden a la dirigente opositora María Corina Machado y que desde marzo se encuentran asilados en esa sede diplomática, hoy bajo bandera brasileña.
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