Los cambios de clima extremos afectan a diferentes partes del mundo. En países de Latinoamérica como Argentina, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió alertas por la presencia de fuertes lluvias, tormentas y granizo en varias regiones del territorio.
Este fenómeno climático, que puede extenderse por varios días, no solo afecta la movilidad y la infraestructura, sino también representa un riesgo significativo para los electrodomésticos por las descargas eléctricas y fluctuaciones constantes de voltaje.
Las descargas eléctricas generadas por rayos pueden causar daños irreparables en equipos electrónicos, desde televisores hasta computadoras y electrodomésticos esenciales como refrigeradores. Estos eventos, que suelen intensificarse durante la temporada de tormentas, destacan la importancia de adoptar medidas de prevención.
Las descargas eléctricas provocadas por rayos o por variaciones abruptas en el suministro de energía pueden causar sobrecargas en el sistema eléctrico del hogar.
Esto ocurre cuando un rayo impacta directamente una línea eléctrica o un transformador, generando picos de tensión que viajan a través de la red hasta los hogares.
Estos picos pueden quemar circuitos internos de electrodomésticos, dejándolos inoperables. Además, los daños no siempre son evidentes de inmediato, porque algunos dispositivos podrían seguir funcionando, aunque con un rendimiento reducido y mayor propensión a fallas futuras.
Los aparatos electrónicos con componentes sensibles, como televisores, computadoras, routers de internet y sistemas de entretenimiento, son especialmente vulnerables a las descargas eléctricas. La razón es que estos dispositivos suelen incluir tecnología de alta precisión que no tolera fluctuaciones de voltaje.
Electrodomésticos grandes como refrigeradores, aires acondicionados y lavadoras también están en riesgo, porque sus motores y sistemas de control pueden ser dañados por las sobrecargas eléctricas. En algunos casos, la reparación puede resultar más costosa que reemplazar el aparato.
La instalación de protectores de voltaje es una de las formas más efectivas para prevenir daños en los electrodomésticos. Estos dispositivos actúan como una barrera que bloquea los picos de tensión antes de que provoque errores.
Están disponibles tanto en versiones para un solo electrodoméstico, como en modelos que protegen toda la instalación eléctrica de la vivienda.
Otra medida preventiva es desconectar los electrodomésticos durante tormentas intensas. Aunque pueda resultar inconveniente, esta acción reduce significativamente el riesgo de daños. Además, se sugiere evitar el uso de dispositivos conectados a la red eléctrica mientras haya tormenta.
El costo de un protector de voltaje individual puede variar entre 4 y 8 dólares, dependiendo de la marca y el nivel de protección ofrecido. Los sistemas integrales de protección para todo el hogar suelen ser más costosos, con precios que llegan hasta 100 dólares.
Sin embargo, estas inversiones suelen ser menores en comparación con el costo de reparar o reemplazar un electrodoméstico dañado. Además, algunos seguros para el hogar pueden cubrir los gastos relacionados con daños eléctricos, lo que podría ser una opción adicional para evaluar.
Hay que realizar inspecciones periódicas de la instalación eléctrica del hogar, asegurándose de que cumpla con las normativas vigentes. Una instalación adecuada incluye: la conexión a tierra, un elemento esencial para disipar la energía de una descarga eléctrica de manera segura.
Además, se destaca la importancia de educar a las familias sobre los riesgos asociados a las tormentas eléctricas y la necesidad de adoptar medidas preventivas. Esto incluye tener siempre a mano el contacto de un electricista certificado para atender cualquier emergencia.
Si un electrodoméstico resulta dañado tras una tormenta, hay que evitar encenderlo nuevamente, porque esto podría empeorar el problema. En su lugar, es necesario contactar a un técnico especializado para evaluar el alcance del daño y determinar si es reparable.
También se sugiere documentar los daños con fotografías y recopilar pruebas como facturas de compra, en caso de que sea necesario realizar un reclamo al seguro del hogar.
En situaciones de emergencias frecuentes, reforzar las medidas de protección podría marcar la diferencia entre la pérdida total y la seguridad de los aparatos electrónicos.