La dictadura comunista de Nicolás Maduro, a través del ministro del Interior, Diosdado Cabello, confirmó el secuestro de más de 120 personas de diversas nacionalidades, acusados de planificar supuestos «actos terroristas» y «actividades desestabilizadoras en Venezuela«, entre ellos el gendarme argentinoNahuel Gallo.
Según las declaraciones del número dos del chavismo, los detenidos proporcionaron «información clave» sobre los presuntos «planes de desestabilización» y el «origen de su financiamiento«.
Cabello denunció que el financiamiento de estos actos habría provenido de organizaciones vinculadas al «narcotráfico y el narcoparamilitarismo colombiano«, señalando directamente al expresidente colombiano Álvaro Uribe y al expresidente Iván Duque como los principales responsables de respaldar estas acciones.
Además, acusó a la opositora venezolana María Corina Machado de recibir recursos de estas fuentes ilegales para, según él, sumergir al país en el «caos«.
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«Ellos han estado hablando, declarando y señalando los planes que tienen, de dónde vino el financiamiento, y nosotros lo denunciamos. Este financiamiento viene del narcotráfico y del narcoparamilitarismo colombiano, de la mano de Álvaro Uribe y de Iván Duque. Es el financiamiento que recibe la señora María Corina Machado con el grupo terrorista que quiere llevar a Venezuela al caos», expresó Cabello en unas declaraciones difundidas este domingo.
Los países afectados
La mano derecha del dictador Maduro detalló que los más de 120 extranjeros arrestados y secuestrados en el país provienen de Colombia, Estados Unidos, Perú, España, Italia, Uruguay, Ucrania, Suiza, República Checa, Líbano, Albania, Países Bajos, Israel, Alemania, Argentina, Guyana y Yemen.
El funcionario también reiteró su amenaza de arrestar al presidente electo, Edmundo González Urrutia, si pisa territorio venezolano en los próximos días para asumir el cargo.
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Estas declaraciones se dan en un contexto de máxima tensión política en Venezuela, con pocos días para la toma de posesión presidencial programada para el 10 de enero.
Cabello también anunció el refuerzo de la seguridad en Caracas, alegando que el régimen busca «garantizar la paz frente a las supuestas amenazas opositoras«. Durante el fin de semana, la dictadura desplegó más de 1.200 efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), agentes de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
Los operativos están concentrados en áreas clave, como los alrededores del Palacio Legislativo y del Palacio de Miraflores. «Algunos sectores de la oposición andan como nerviosos porque hay medidas de seguridad en los alrededores«, dijo Cabello, quien insistió en que estas acciones buscan «proteger la democracia en un contexto de amenazas por parte de la oposición«.