El Banco Mundial señaló este jueves que, si bien la economía de Argentina comenzó a recuperarse en el segundo semestre de 2024, la inflación se mantuvo “algo persistente” en la segunda mitad del año pasado, con un “repunte en los precios de los alimentos”.
En una actualización de su informe económico anual presentado en Washington, el Banco Mundial revisó las perspectivas de la región respecto de los parámetros octubre, cuando se había presentado el reporte anterior en la Asamblea del organismo en la capital estadounidense.
El informe actualizado de enero mantiene sin cambios las proyecciones de fuerte crecimiento para el país con un 5% de alza del PBI para el 2025 y un 4,7% para 2026.
El Banco Mundial señala que “Argentina comenzó a recuperarse en el segundo semestre del año, respaldado por las ganancias en la agricultura y la minería”.
Respecto de la suba de precios, una de las principales batallas que libra el gobierno de Javier Milei, el organismo señaló que “la inflación se mantuvo algo persistente hacia la segunda mitad del año, con un repunte de los precios de los alimentos y un ligero aumento de la inflación subyacente”.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó días atrás que la inflación de diciembre de 2024 fue del 2,7%, lo que llevó la inflación acumulada en el año a un 117,8% interanual. Es casi la mitad de lo que dejó el gobierno anterior.
El Indec señaló que “la división con mayor incidencia en el nivel general fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (2,2%) en cinco regiones, por los aumentos en Carnes y derivados, Pan y cereales y Leche, productos lácteos y huevos; mientras que en GBA, la incidencia más alta se registró en Restaurantes y hoteles (4,6%)”.
El Banco Mundial también se refirió a la balanza comercial. “La desaceleración de la demanda de China pesó sobre las exportaciones” de América latina, “mientras que el superávit comercial de Argentina creció debido a las menores importaciones”.
Las perspectivas del Banco Mundial coinciden a grandes rasgos con las del Fondo Monetario Internacional, que previó en octubre un 5% de crecimiento de Argentina este año y una cifra similar en 2026.
Los números se difunden en momentos en que el gobierno de Milei busca anudar un nuevo acuerdo con el Fondo, que sirva para liberar unos 12.000 millones de dólares (una cifra que aspira el Gobierno) para apuntalar la salida del cepo.
El presidente arribará este fin de semana a Washington, acompañado del ministro Luis Caputo, como invitado del presidente Donald Trump a la asunción de este lunes. Pero también Milei asistirá a diversas galas en la capital estadounidense donde recibirá premios por su gestión económica y se codeará con fuertes empresarios del país.
Si bien no se ha anunciado la agenda oficial, el presidente y su ministro podrían cruzarse con autoridades del Fondo en un momento clave. También tendrán chances de contactarse en el foro de Davos, Suiza, hacia donde viajará Milei luego de su visita a Washington y donde asistirá la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
A nivel regional, el Banco Mundial proyecta que el crecimiento de América latina se acelere a 2,5% en 2025 y 2,6% en 2026 “a medida que Argentina se recupere, las tasas de interés se normalicen y la inflación disminuya. Se espera que los precios de las materias primas respalden las exportaciones de la región, aunque un crecimiento moderado en China podría limitar la demanda de productos básicos clave”.
El pronóstico está sujeto a varios riesgos, predominantemente a la baja, dice el Banco. “Estos incluyen inestabilidad fiscal, inflación subyacente persistente y políticas monetarias más restrictivas. El débil crecimiento de China podría reducir la demanda de materias primas, especialmente en Chile y Perú».
«Las restricciones comerciales en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) revisadas podrían reducir las exportaciones, mientras que las políticas migratorias más estrictas podrían reducir las remesas, aunque aún no está claro el alcance de estos cambios de política. El cambio climático, en particular las sequías inducidas por La Niña, sigue siendo una amenaza importante para la agricultura y la infraestructura en zonas vulnerables.”