En medio de la crisis económica y sin proponer una solución habitacional, el legislador de La Libertar Avanza, Ramiro Marra, pidió “levantar” a las personas en situación de calle. La insesible propuesta del libertario va en línea con la campaña de “limpieza” de la Ciudad de Jorge Macri, que fue fuertemente criticada.
“La calle no es para dormir. Hay que terminar con esto. Levantar a todo el que no lo entiende”, dijo Marra en un posteo en X.
La problemática alrededor de los que viven en situación de calle es realmente compleja, donde entran en juego situaciones de pobreza, salud mental, adicciones, abusos, y demás componentes que llevaron a las personas al lugar más frágil del escalafón social.
marra situacion de calle
Para trabajar con ese universo se ha estudiado mucho, hay quienes proponen lugares para que puedan pasar la noche y ser atendidos y alimentados, como ocurre actualmente en la Ciudad de Buenos Aires. Para otros eso no alcanza, y se debe atender a los que se resisten a entrar en ellos, ya sea por decisión propia o porque no les gusta sentirse encerrados.
Según el último censo, para diciembre de 2023 había 8.028 personas en situación de calle en la Ciudad: 7.119 mayores y 909 menores. También se informó que hay 3.409 plazas en espacios de asistencia, por lo que faltarían 4.619 para alojar a esas personas.
Ramiro Marra pagó con dólares un asado y se llevó un salame
Ramiro Marra intentó instalar la dolarización como una solución cotidiana en Argentina, pero terminó protagonizando un bochornoso papelón en una carnicería administrada por un militante libertario. El legislador porteño pagó dos kilos de asado de tira y una morcilla con dólares, llevándose, de “regalo”, un salame casero. Sin embargo, la transacción dejó en evidencia una serie de problemas que ponen en jaque su estrategia mediática.
El episodio, que Marra intentó capitalizar para mostrar los supuestos beneficios del uso de la divisa norteamericana en compras diarias, terminó revelando más inconvenientes que ventajas. Cuando pidió su vuelto, el carnicero, llamado Marcelo, aclaró que siempre lo devolvería en pesos, lo que contradice la idea de una verdadera “competencia de monedas”. Además, al solicitar el ticket, el comerciante fingió no entender la solicitud, lo que dejó en claro las complicaciones legales y fiscales que surgirían con este tipo de operaciones.
Lo más preocupante fue el precio inflado en dólares. Marcelo, quien había hecho movimientos similares en el pasado, ofrecía el kilo de pollo a dos dólares en 2023. Ahora, en enero de 2025, el mismo producto cuesta diez dólares, exponiendo un problema que los defensores de la dolarización no mencionan: la inflación en dólares.
Lejos de consolidar su imagen como un líder innovador, Marra terminó dejando al descubierto las fallas de su propuesta en un escenario tan común como una carnicería. En lugar de convencer, su acción provocó más dudas sobre la viabilidad de dolarizar transacciones cotidianas en un país con una economía tan volátil como la argentina.
Embed