POLÍTICA
Lucha de poder político en el partido del estado municipal.
En un nuevo capítulo de la novela de la izquierda y sus satélites sindicales, los trabajadores de TV Ciudad, el canal municipal de Montevideo, se declararon en «preconflicto» por supuestos «recortes» que, según ellos, afectarían a unas 70 personas.
En un comunicado firmado por el Comité de Base de TV Ciudad y la Asociación Trabajadores de TV Ciudad y Afines (ATTCA), los sindicatos salieron a llorar por lo que llaman una «decisión injusta» de las autoridades, que reduciría horas de trabajo o dejaría a algunos en la calle.
Pero, como siempre, detrás de las lágrimas hay una estrategia bien calculada: presionar al Frente Amplio (FA) a pocos días de las elecciones departamentales del 11 de mayo para que afloje la billetera y les tire un salvavidas presupuestal.
El argumento de los sindicatos es el clásico manual del victimismo progresista. Dicen que los recortes, consecuencia de un ajuste en el Departamento de Cultura de la Intendencia de Montevideo (IMM), afectan a trabajadores «jornaleros» que, en teoría, no tienen relación de dependencia formal, pero que en la práctica llevan años laburando para el canal bajo «acuerdos de palabra».
| Redacción
Según ellos, estos trabajadores precarizados —sin licencia por enfermedad, seguro de desempleo ni compensación por despido— son el sostén de la programación. Y ahora, con menos de 20 días de aviso, les comunican que se quedan sin horas o sin puesto. Hasta ahí, la historia suena a drama sindical de manual.
Pero el timing no es casualidad. A semanas de que los montevideanos vayan a las urnas, este «preconflicto» huele más a una jugada política que a una defensa genuina de los trabajadores.
| Redacción
Los sindicatos saben que el FA, que ha manejado la IMM como su feudo durante décadas, no quiere ruido antes de las elecciones. Y qué mejor manera de apretar que armar un escándalo con TV Ciudad, uno de los juguetes favoritos de la izquierda para hacer propaganda cultural «inclusiva».
De paso, meten en la discusión el recorte de horas de intérpretes de lengua de señas, para sumar puntos emocionales y acusar a la gestión de ir «en contra de la comunidad sorda». Puro cálculo.
| Redacción
Lo que está claro es que TV Ciudad se convirtió en un campo de batalla preelectoral. Los sindicatos, con su preconflicto, no solo buscan salvar los puestos de sus afiliados, sino también meter presión al FA para que les suban el sueldo o les garanticen más estabilidad.
Es el viejo truco: armar bardo, victimizarse y esperar que el oficialismo ceda para no quedar mal con su base. Y mientras tanto, los contribuyentes montevideanos seguimos bancando un canal que, déficit tras déficit, parece más un capricho ideológico que un servicio público esencial. Que se vayan preparando las sillas, porque los sillazos recién empiezan.
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