POLÍTICA
El exconsejero fue pieza clave en las maniobras del correísmo, pero terminó desechado
Augusto Verduga, exconsejero del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), fue una de las figuras más votadas en 2023. Sin embargo, su lealtad a la Revolución Ciudadana (RC5) no le garantizó un futuro dentro del movimiento, que lo utilizó mientras sirvió a sus intereses y lo desechó cuando ya no fue útil.
Las filtraciones del cas Ligados exponen cómo la RC5 manejaba el CPCCS para controlar instituciones del Estado, retrasando decisiones y beneficiando a sus aliados. Verduga fue parte de esta estructura de poder, pero al aspirar a la candidatura presidencial, descubrió que el correísmo solo favorece a su cúpula y descarta a quienes creen en su discurso de inclusión.
La Fiscalía reveló que la ‘Liga Azul’, grupo vinculado a la RC5, operaba dentro del CPCCS con el objetivo de imponer a sus operadores en el Estado y bloquear resoluciones que no beneficiaran al correísmo. Verduga formó parte de estas maniobras, siguiendo órdenes del buró de la Revolución Ciudadana, pero al final, fue ignorado en las decisiones clave.
| La Derecha Diario
Los chats muestran que intentó acceder a reuniones con Rafael Correa y Luisa González sin éxito, mientras la RC5 ya tenía decidido su binomio para 2025. Las mismas estructuras corruptas que ayudó a sostener lo terminaron dejando fuera, a pesar de sus esfuerzos por consolidarse en el movimiento.
Verduga descubrió demasiado tarde que la RC5 solo utiliza a sus militantes para lograr sus fines políticos y luego los descarta. A pesar de su trabajo en el CPCCS, fue apartado de las decisiones y hoy enfrenta investigaciones judiciales por las mismas prácticas corruptas que benefician a la cúpula del correísmo.
Su historia es un reflejo de lo que ha sido la Revolución Ciudadana: una estructura de poder cerrada, manejada por un grupo que traiciona a sus propios seguidores cuando ya no los necesita.
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