La difusión de parte de los chats encontrados en el teléfono de Morena Rial, que había sido incautado en el marco de la causa por robos a casas en la zona norte bonaerense, permitió que un hombre que vive en Morón reconociera el frente de su vivienda que también sufrió un escruche cuando él estaba de vacaciones en enero pasado.
Según pudo saber LA NACION de fuentes oficiales, el fiscal general adjunto de San Isidro, Patricio Ferrari, que lleva adelante la investigación en contra de la hija de Jorge Rial y su banda, ya pidió a su par de la fiscalía de Moreno la unificación de ambas causas que tendrían como protagonistas a los mismos delincuentes.
El jueves pasado, un día después de que se conociera por diversos medios de comunicación parte del contenido del celular secuestrado a Morena Rial en el que hablaba sobre los robos cometidos por la banda, un nuevo damnificado se acercó hasta la fiscalía general de San Isidro y denunció que su casa había sido blanco de la banda cuando él estaba de vacaciones y que se llevaron 32 mil dólares, dispositivos electrónicos y accesorios de marca Apple.
El nuevo denunciante de 44 años y cuyas iniciales son CGV, contó a las autoridades judiciales que la casa que alquila en la calle Ramón Santamarina al 700 en Castelar, partido de Morón, fue robada el 19 de enero cuando él estaba de vacaciones. la fecha coincide con el día, horario y foto del frente del inmueble que figuraba en los chats de Rial con otros integrantes de la banda.
En su declaración explicó que había salido de vacaciones a la costa atlántica bonaerense el 15 de enero y que dejó su casa sola y sin alarma. El 19 de enero, a las 20:40 horas, una vecina, de nombre Sandra, lo contactó al ver la puerta de entrada estaba abierta. “Al confirmar que no estaba en casa, Sandra constató que la puerta estaba forzada y llamó al dueño y a la policía. Ella permaneció en la puerta hasta la llegada del personal policial”, explicó CGV.
La víctima sumó que Sandra lo llamó por videollamada para hablar con la policía, quienes confirmaron el robo y la presencia del dueño que convocó a un cerrajero para cambiar la cerradura y permitió el ingreso de la policía. CGV también llamó a su cuñado y sobrino, quienes llegaron para recibir las nuevas llaves. “Al recorrer la casa por videollamada, constaté el robo de US$32.000 y otros objetos. El 23 de enero, al regresar, verifiqué el resto de los faltantes, incluyendo los dólares, cargadores, cables, herramientas, perfumes, ropa, y un revolver antiguo”, declaró la nueva víctima de la banda que, según el relato, no hacía entraderas solo en la zona norte del conurbano.
El denunciante informó a la policía que, días antes del robo, recibió mensajes sospechosos desde un número desconocido. El 14 de enero, le preguntaron si hacía precio por cantidad en la compra de iPhones, y el 18 de enero, el mismo número le mencionó que alguien se hacía pasar por él en Instagram. Además, sospecha de un excolega, cuyas iniciales son CUDR, que lo contactó después del robo preguntando por cámaras de iPhone, a pesar de haber cortado vínculos con él.
El denunciante también observó publicaciones en Facebook Marketplace de los artículos robados. El 22 de enero, la cuenta “Fedee Robles” ofrecía su casco Wirtz, y el 24 de enero, “Florencia Campos” vendía accesorios de iPhone que él había importado. Su novia contactó a Florencia, quien también tenía el casco. Ambas cuentas, según denunció, parecen estar vinculadas. “Fedee Robles” sigue activo y mencionó pertenecer a un grupo en José León Suárez.
“Como dije anteriormente, me enteré de la vinculación del robo de mi casa con esta investigación a través de las noticias de la televisión, donde pude confirmar que la foto que allí figuraba de la apertura que se hiciera del teléfono de Morena Rial era efectivamente del frente de mi casa, y los horarios que me mostraron posteriormente de esos chats, coinciden con el período en que pasó el robo y la llamada que me hiciera oportunamente Sandra. También en ese programa me dijeron que Alan Fernández vivía a la vuelta de mi domicilio, algo que yo nunca supe, ni tampoco sé quién es ese Alan, ni tampoco sé si efectivamente es verdad”, dijo sobre el final de su presentación la víctima al mencionar a otro de los integrantes de la banda.
Se espera que, en el transcurso de esta semana, la jueza Andrea Rodríguez Mentasty, a cargo del Juzgado de Garantías Departamental N° 3, responda al pedido de Ferrari para que se unifiquen las investigaciones de los robos que ocurrieron en la misma semana.
La situación judicial de Morena Rial, la hija del periodista Jorge Rial, se complica con cada elemento que se suma a la causa en la que está imputada por su participación en una banda que realizaba robos en viviendas de la Zona Norte del conurbano.
En un documento de más de 70 páginas, los peritos detallaron las comunicaciones que la influencer de 26 años mantuvo a través de la plataforma de mensajería WhatsApp con sus cómplices. Lo que se desprende de los chats que ahora son analizados por los detectives que participan de la investigación es que Rial era la encargada de buscar los vehículos utilizados por la banda para trasladarse y cometer sus robos.
Como se explica en el dictamen por el cual se dispuso su inclusión en la causa que investiga el robo por el cual fue detenida e imputada, Morena Rial manejó un Peugeot 207 blanco que había pedido prestado. En la vivienda situada en José María Moreno al 2700, en Villa Adelina, partido de San Isidro irrumpieron dos ladrones: Lautaro Tomás Ledesma y un quinto delincuente que aún no fue identificado.
Rial, Luna González y Alan Martín Fernández se quedaron en el auto cuando se producía el “escruche”, a las 22 del 18 de enero pasado.
En uno de los intercambios de mensajes, uno de los interlocutores le dijo a la joven: “Quiero encontrar un buen poco de billete y dejar de joder y en esta fecha hay una banda de casas solas [por las vacaciones]”. Entonces Rial preguntó: “¿Y hay algo seguro?» y agregó: “No para andar dando vuelta. Pido el auto de mi papá [Jorge Rial] y lo hacemos y le tiro una moneda a mi hermana [Rocío]. Pero no puedo exponer la camioneta de mi papá para dar vueltas”.
Como se explicó en el citado dictamen, el robo por el que fue detenida e imputada, Rial manejó un Peugeot modelo 207 blanco que había pedido prestado. En la casa irrumpieron dos ladrones. La joven, González y Fernández se quedaron en el automóvil.
En una charla con una persona a la que llama “Alan”, Rial le dice: “Eu, Alan, escuchá, yo voy con la Luna y voy con el bebé, pero escuchame una cosa, pongan nafta, pongan diésel ustedes hoy porque nosotras pusimos ayer, yo puse veinticinco lucas ayer y gastamos casi todo si dimos más vueltas que una calesita, aunque sea no sé, pongan quince, yo voy para allá ahora, pero vámonos dividiéndonos la nafta porque no estamos haciendo un peso y perdemos nafta, me entendés; el primer día pusiste vos y bueno, no la usamos tampoco, pero encima no estoy agarrando un peso y mañana me pasan plata a mí, entonces tampoco estoy para estar perdiendo tiempo en la calle me entendés y gastando plata, nomas”.
Un día después, en otra conversación con esta misma persona, Rial se muestra enojada y le recrimina: “Alan la concha de tu madre culiadazo de mierda adónde verga estás que no contestás el teléfono, para qué pinchila me hacés venir hasta acá a cagarme de calor con el bebé, todo para no contestarme el teléfono, amigo, qué onda, encima que estás metido en el sucucho que ni en pedo me meto a buscarte, o sea”.
En otros chats Rial mostró su enojo porque no le habían dicho nada del botín que habían hecho. “Necesito hacer plata yo también. No agarré un peso de nada. El primer día yo ni sabía que habían sacado una cadena y si ayer no decían los pibes yo ni sabía. A mí las cosas claras, así como yo salgo con mi hijo, me gusta que sean de frente”, espetó. Se refería que en uno de los presuntos robos había llevado a su bebé Amadeo, que en ese momento tenía cuatro meses. En esa serie de mensajes le prometieron dinero después de vender la “cadenita” que habían robado.
El robo que se concretó
“Yo estoy para hacer plata”, escribió en WhatsApp la joven el 19 de enero pasado a las 22.31, 24 horas después del robo en la casa de Villa Adelina.
“El día 18 de enero pasado, cerca de las 22, Rial -vistiendo un vestido corto rojo y zapatos blancos-, Luna González, Alan Martín Fernández y Lautaro Tomás Ledesma y un quinto delincuente cuya identidad a la fecha se ignora, mediante un plan previamente acordado con clara división de roles se constituyeron con fines de robo y a bordo del rodado marca Peugeot modelo 207 blanco, conducido por Rial, en la vivienda de la calle José María Moreno 2775, en Villa Adelina, en San Isidro. Ello, aprovechándose de la ausencia de sus moradores con el fin de apoderarse ilegítimamente de bienes muebles y efectos de valor que pudieran hallarse en la propiedad”, según se desprende del dictamen donde el fiscal general adjunto de San Isidro Ferrari solicitó la detención de Rial.
“Ya en la puerta de la propiedad, los ladrones tras haber interrumpido el suministro de energía de la casa, bajando manualmente para ello la llave térmica empotrada en una pared lateral, desde la vía pública sortearon el perímetro de reja de dos metros de altura, accediendo de ese modo al patio delantero interno de la finca que los condujo al frente de la propiedad. Allí, utilizando las herramientas que llevaban en sus mochilas, forzaron los barrotes de las rejas de una de las ventanas, levantaron la persiana de madera, accediendo de este modo al interior de la vivienda. Una vez allí, revolvieron los diferentes ambientes en búsqueda de pertenencias, apoderándose ilegítimamente al menos de una notebook”, sostuvo el fiscal Ferrari al fundamentar los pedidos de detenciones de los sospechosos.
La joven estuvo presa una semana. Fue excarcelada después de ampliar su declaración indagatoria, donde admitió su responsabilidad en el robo, pero “limitó su participación” a la función de chofer del automóvil utilizado para el atraco. Dijo estar arrepentida y sentirse angustiada y avergonzada.
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