La llegada masiva de microalgas a las costas de Cuba ha encendido las alarmas entre pescadores deportivos del Caribe, especialmente en regiones donde la pesca costera es uno de los principales atractivos. Al suceso se lo denomina sargazo y fue reportado por el Instituto de Meteorología cubano, afectando playas, esteros y bahías, alterando tanto el entorno como la actividad de especies clave como el róbalo, el jurel y el pargo. Zonas populares para la pesca deportiva, como Cayo Coco, Varadero y Cayo Santa María, están experimentando cambios drásticos en la visibilidad del agua y la calidad del hábitat, lo que puede influir directamente en las técnicas como el spinning y el fly fishing, que dependen de aguas claras y activas.
En este contexto, los pescadores locales reportan menor actividad en zonas de manglar y estuarios donde usualmente se capturan róbalos, mientras que, en mar abierto, algunas embarcaciones han logrado éxito al buscar atún aleta negra o dorado más alejados de la costa, donde el sargazo aún no se ha acumulado.
Aunque el sargazo crea zonas flotantes que atraen pequeños peces y, con ellos, a depredadores mayores, su exceso puede reducir los niveles de oxígeno en el agua, provocar mortandad de peces y dañar los arrecifes, afectando la pesca tanto deportiva como artesanal. Por eso, los aficionados deben adaptar sus estrategias y ubicar líneas de deriva o acumulación donde el sargazo flota libre sin atascarse.
Autoridades de Cuba y otros países del Caribe ya trabajan en sistemas de alerta temprana y coordinación binacional para monitorear las corrientes del Atlántico Central que transportan el sargazo desde África. En México, la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) ha señalado en reportes anteriores que eventos similares han obligado a modificar torneos o cambiar fechas clave en destinos como Cozumel o Mahahual. El fenómeno, aunque cíclico, se ha intensificado en los últimos años, y se prevé que continúe durante julio y agosto. Por ello, los pescadores deportivos deben mantenerse informados de las condiciones locales y aprovechar herramientas como mapas satelitales y reportes diarios de capitanes en redes sociales para elegir las mejores rutas.
Alerta máxima
El Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) de Cuba emitió el pasado lunes 23 una alerta máxima ante la llegada masiva de sargazo a las costas de la provincia de Guantánamo, en el oriente del país. Según una nota oficial de la delegación del CITMA en esa región, la alta concentración de estas algas marinas representa riesgos sanitarios, debido a la emisión de gases tóxicos como ácido sulfhídrico y amoniaco durante su descomposición. Estas sustancias pueden provocar irritaciones en los ojos, nariz y garganta, además de dolor de cabeza, náuseas, mareos y complicaciones respiratorias, especialmente en personas asmáticas o alérgicas.
El comunicado también advierte sobre el peligro de infecciones cutáneas y gastrointestinales, ya que el sargazo descompuesto alberga bacterias que pueden afectar la piel o el sistema digestivo si hay contacto directo o ingestión de agua contaminada. El CITMA explicó que este fenómeno se asocia al cambio climático, en particular al aumento de la temperatura del mar, alteraciones en las corrientes oceánicas, cambios en los patrones de viento y la contaminación por exceso de nutrientes como nitrógeno y fósforo.