La inteligencia artificial (IA) transforma la ciberseguridad de manera profunda, presentando tanto oportunidades sin precedentes para fortalecer nuestras defensas digitales como nuevas y complejas amenazas por parte de ciberdelincuentes cada vez más sofisticados.
Esta dualidad fue el tema central de la Córdoba Cybersecurity Conference 2025, un encuentro organizado por la Universidad Siglo 21 que congregó a más de 900 especialistas y estudiantes en su campus, cercano al aeropuerto de la capital de la provincia mediterránea, además de la prensa especializada, entre ella iProfesional.
La urgencia de este diálogo se ve acentuada por un alarmante incremento del 47% en los ciberataques a nivel global durante el primer trimestre de 2025 en comparación con el mismo período del año anterior, según un informe reciente de la firma Check Point.
La nueva cara del cibercrimen: inteligencia artificial como herramienta delictiva
La inteligencia artificial ha empoderado a los ciberdelincuentes con herramientas de engaño mucho más potentes y difíciles de detectar. Entre las amenazas más destacadas, la clonación de voces y la suplantación de identidad avanzada encabezan la ola de estafas potenciadas por esta tecnología.
Josep Albors, director de investigación de la filial española de la empresa de seguridad informática Eset, lanzó una seria advertencia: «La IA permite crear ‘deepfakes’ vocales hiperrealistas en segundos, utilizados para extorsiones y fraudes».
Estos ataques son particularmente insidiosos y peligrosos, especialmente dirigidos a adultos mayores y niños, quienes, por su menor familiaridad con estas tecnologías o su mayor credulidad, resultan ser grupos más vulnerables a las técnicas de ingeniería social que los ciberdelincuentes emplean.
El fiscal de instrucción de la Fiscalía de Cibercrimen de Córdoba, Franco Pilnik, compartió ejemplos concretos de esta escalofriante realidad, al mencionar casos registrados en esa provincia donde estafadores lograron clonar voces de parientes de sus víctimas para solicitar rescates económicos.
«Los delincuentes ahora disponen de tecnología de estudio de patrones vocales que antes era exclusiva de agencias de inteligencia», señaló Pilnik, quien subrayó la democratización de herramientas de vigilancia y manipulación antes impensables para el crimen organizado.
Inteligencia artificial defensiva: Los cambios en protección digital
Paradójicamente, la inteligencia artificial también se erige como un escudo fundamental en la protección digital, especialmente a través de sistemas de detección predictiva que representan el lado positivo de esta tecnología.
Marcelo Felman, director de ciberseguridad de Microsoft para América latina, explicó el alcance de estas capacidades: «Nuestros modelos de IA analizan 24 billones de señales diarias, identificando patrones de ataque antes de que ocurran».
Estas herramientas de monitoreo constante y análisis proactivo son vitales para salvaguardar infraestructuras críticas, como las redes eléctricas que sustentan nuestras ciudades o los sistemas financieros que sostienen la economía global, evitando así colapsos de gran escala.
Juan Paredes, experto en inteligencia y regulaciones contra el fraude en Mercado Libre, detalló cómo su compañía implementó defensas robustas. «Nuestra IA cruza datos de 300 millones de usuarios para bloquear transacciones sospechosas en tan solo 0.8 segundos, logrando una impresionante reducción del 67% en estafas», afirmó Paredes, demostrando el impacto directo y cuantificable de la IA en la prevención del fraude a gran escala en plataformas de comercio electrónico.
Educación: La barrera humana contra amenazas digitales
A pesar del avance tecnológico, la concientización y la educación emergen como una defensa fundamental e insustituible. Luciano Monchiero, director de la especialización en cibercrimen de la Universidad Siglo 21, fue enfático en su mensaje: «La mejor medida de seguridad es ser desconfiado. Siempre debemos validar la información con otro humano». Esta simple pero poderosa regla resalta la importancia del factor humano en la cadena de seguridad digital.
Marcela Tello, vicerrectora de la institución anfitriona, resaltó el papel crucial de la educación: «Solo mediante la formación técnica y la conciencia social construiremos un entorno digital resiliente». La universidad respondió activamente a esta necesidad con el lanzamiento de un «bootcamp» en ciberinteligencia, un programa intensivo diseñado para capacitar a profesionales con las técnicas defensivas más avanzadas, incluyendo el uso estratégico de la inteligencia artificial.
Marcela Tello
Cinco pilares para la protección digital
Los expertos reunidos en la Córdoba Cybersecurity Conference 2025 de la Universidad Siglo 21 lograron un consenso sobre cinco estrategias clave para fortalecer la protección digital, que actúan como un marco de referencia esencial para individuos y organizaciones:
- Actualización constante: «Las versiones antiguas de software son bombas de tiempo», advirtió Albors, enfatizando la necesidad imperativa de mantener todos los sistemas y aplicaciones actualizados para cerrar vulnerabilidades conocidas que los ciberdelincuentes explotan.
- Autenticación avanzada: Ir más allá de las contraseñas tradicionales es fundamental. El uso de tokens de seguridad, la biometría (como huella dactilar o reconocimiento facial) y la autenticación multifactor (MFA) ofrecen capas adicionales de protección mucho más robustas.
- Copias de seguridad verificadas: «No basta con hacer backups; hay que probar su recuperación», insistió Albors. La capacidad de restaurar datos de manera efectiva es tan crucial como la creación de las copias, garantizando la continuidad operativa frente a ataques de ransomware o pérdida de información.
- Herramientas integrales: Los antivirus básicos son insuficientes frente a la sofisticación de las amenazas actuales. Es necesario invertir en soluciones de seguridad integrales que incluyan detección avanzada de amenazas, protección de endpoints y capacidades de respuesta a incidentes.
- Desconfianza proactiva: Verificar siempre la identidad de contactos inesperados, especialmente aquellos que solicitan información sensible o acciones urgentes, es una práctica vital para evitar ser víctima de phishing o ingeniería social.
Luciano Monchiero
El futuro: colaboración global y regulación
La conferencia culminó con un llamado unánime a la acción coordinada y una visión a futuro. Einar Lanfranco, oficial del programa de ciberseguridad de la Organización de los Estados Americanos (OEA), subrayó la naturaleza transnacional del cibercrimen: «El cibercrimen no tiene fronteras; necesitamos tratados internacionales de cooperación judicial inmediata». La rapidez con la que los ataques se propagan exige una respuesta global ágil y coordinada entre naciones.
Los especialistas también urgieron la creación de marcos regulatorios que se adapten a tecnologías emergentes, como la computación cuántica, que en los próximos años podría tener la capacidad de romper los sistemas criptográficos actuales, dejando expuesta gran parte de nuestra infraestructura digital.
Tello sintetizó el desafío colectivo: «Academia, industria y Estado deben trabajar unidos para anticipar y mitigar riesgos en este entorno digital complejo«. La IA en ciberseguridad no es solo una carrera tecnológica; es un delicado equilibrio donde nuestra protección colectiva dependerá de la capacidad de conjugar la innovación con una profunda responsabilidad compartida.