El periodismo argentino perdió a una de sus figuras y referentes más lúcidos, un dolor que definitivamente sacudió a todos. Este sábado y a sus 80 años, falleció Mario Mactas, periodista, escritor, guionista y pensador de larga trayectoria, que supo dejar una huella en cada medio donde trabajó. Su muerte fue confirmada por TN, el canal donde en los últimos años brilló con su columna ‘El Toque Mactas’.
La dolorosa noticia del fallecimiento de Mactas fue comunicada al aire de TN por Gustavo Tubio. “Son esas noticias que uno no quiere dar, que duelen. Es una pena muy grande para el periodismo en general y para esta casa, en particular. Ha muerto el querido Mario Mactas a los 80 años, un hombre de esta casa y de larguísima trayectoria en todo lo que tiene que ver con el periodismo, en la gráfica, en todos los formatos”, expresó conmovido.
Desde la señal de noticias también se sumó Guillermo Lobo, quien compartía trabajo a diario junto a Mario y parte del equipo: “Estamos muy tristes, muy apenados. Mario Mactas, nuestro querido compañero y una persona tan clara, en todo sentido. En lo personal, en lo profesional y en lo periodístico”.
Mactas estaba internado en la clínica Favaloro, donde falleció tras luchar contra una neumonía. “Compartíamos en De 10 a 13 un momento exquisito, que era ‘El Toque Mactas’. En más de una oportunidad estaba achacado, pero venía igual porque era su vida. Su pasión”, recordó Lobo, muy emocionado con la noticia.
MARIO MACTAS, UNA TRAYECTORIA DE ABSOLUTO PRESTIGIO
Porteño de nacimiento, aunque con raíces profundas en Carlos Casares, Mactas estudió en el Colegio Nacional Buenos Aires, comenzó la carrera de Medicina, pasó por Filosofía, pero fue el periodismo el lugar donde encontró su voz.
Vivió también en Colombia, España y Francia, y fue autor de libros emblemáticos como Monólogos rabiosos, El enano argentino, El gato y el zorro, Las perversiones de Francisco Umbral y El amante de la psicoanalista. Definitivamente, todo un emblema del periodismo, de la gráfica y la escritura.
Su hija, Mariana Mactas, también periodista, compartía con él no solo la profesión, sino el mismo canal de trabajo. Hoy, el dolor es total por su partida, aunque entendiendo que dejó un legado a generaciones. Porque Mario no fue solo un periodista: fue una mirada, un estilo, una forma distinta de pensar la realidad. Y esas cosas trascienden y hasta perduran con el paso del tiempo.