El periodista de Editorial Perfil, Ariel Maciel, habló con Canal E y analizó el presente del sector industrial en el marco de lo que sería el día de la industria conmemorado cada 2 de septiembre y también se refirió al documento que la Unión Industrial Argentina (UIA) presentó al Gobierno.
Ariel Maciel describió el escenario en el día de la industria: “El día de la industria este 2 de septiembre los encuentra a los industriales con mucha, pero mucha preocupación, no solamente del contexto sino también de lo que pasó hasta ahora y especialmente lo que puede llegar a pasar hacia adelante”.
El sector empresarial no obtuvo el dinamismo que esperaba
Asimismo, recordó que el sector esperaba más dinamismo con la llegada de inversiones externas: “En ese contexto no llegaron ni tantas inversiones ni son tantas del exterior, son más bien las que ya estaban acá y a la industria no le generó un beneficio dentro de lo que es el dinamismo que podría llegar a derramar Vaca Muerta”.
Luego, Maciel manifestó que la UIA había reclamado un régimen especial de incentivos para la industria: “Se había pedido un mini RIGI y lo que prometió el Gobierno nunca llegó”. Ante esta situación, según explicó, los industriales elaboraron un documento con diez puntos clave: “Este decálogo se lo está presentando la Unión Industrial Argentina después del mediodía a Guillermo Francos y solamente ahí va a estar detallado qué es lo que van a plantear”.
Diferencias entre el decálogo de la UIA y la ideología del Gobierno
Sobre la misma línea, remarcó que varios de estos puntos generan tensiones con el Gobierno: “Hay un gran punto, porque para eso lo que le están planteando es obra pública y hay ruido con la gestión libertaria”.
El escenario político también influye en el ánimo empresarial. El periodista señaló: “Están con mucha preocupación en el entorno institucional con lo que se ven las denuncias que surgen a partir de los audios de Spagnuolo o toda la situación que ahora también el Gobierno ha tomado respecto de la libertad de prensa”.
A su vez, comentó que el tipo de cambio es otra variable crítica: “Un tipo de cambio atrasado, que se revalúa sin control y sin un esquema económico, es realmente nocivo para los negocios”.