Los libertarios enojados con la paliza en las elecciones de la provincia salieron a decir que a los bonaereses les gusta «cagar en un balde» y fueron retados por Agustín Romo, que pidió echar del espacio a quienes usen esa expresión.
«No hay caso. La gente de La Matanza ama cagar en un tacho y caminar en calles de barro», escribió Miguel Boggiano veinte minutos antes de que se conocieran los resultados oficiales. La derrota libertaria ya era un hecho. «Creo que la bronca de ver a bonaerenses votar para hacer caca en baldes te enoja mucho», escribió Lilia Lemoine.
Ninguno reparó en la contradicción del avance de la red cloacal y la parálisis de la obra pública que decidió Javier Milei.
Según el censo de 2022, el 42,6% de la población no tenía cloacas. En 2010, el 54,2% tenía acceso a la red cloacal, mientras que en 2015 la cifra llegó a 58,4%. Durante el macrismo el acceso a cloacas aumentó al 62,5%.
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En el primer mandato de Cristina Kirhcner hubo 43 mil conexiones a la red por año que bajaron a 41 mil en el segundo. En el gobierno de Mauricio Macri fueron 33 ml las conexiones por año en promedio. El albertismo finalizó el sistema Riachuelo, pero el gobierno de Milei tardó en ponerlo en marcha.
La bronca libertaria contra los bonaerenses por la victoria peronista no se expresó sólo en Twitter. «Les gusta vivir de esa manera», reflexionó un conductor que suele entrevistar a Javier Milei. «Me parece patético, sobre todo en una provincia que está estallada. No se quejen más cuando tengan inseguridad, acaban de votar», dijo otro de los favoritos del presidente.
El mismo Milei había publicado en su Instagram una foto con la leyenda «Tener dignidad o cagar en un balde». Fue para el balotaje de 2023. En 2025 decidió cerrar la campaña en una zona carenciada de Moreno. En ese municipio los libertarios quedaron a 25 puntos del PJ.
«Desde hoy festejo cada día de lluvia y que les entre el agua, cada hecho de inseguridad, cada cosa que le haga daño a la Provincia», se indignó una docente libertaria que se hizo famosa por celebrar la condena de Cristina Kirchner.
«¿Me vas a votar o no, mandril que caga en un balde? Último aviso», ironizó una politóloga frente a los cientos de ofuscados por el triunfo peronista.
Tras las agresiones a los votantes, Diego Valenzuela llamó a la calma. «No comparto la simplificación que hacen muchos: ‘les gusta cagar en un balde’. El voto siempre tiene razones valederas y no hay que subestimar a los ciudadanos», dijo. En tanto que Romo también pidió «autocrítica» tras la debacle. También exigió echar de LLA a quienes digan que «a la gente le gusta vivir en calles de tierra y no tener cloacas».