Fueron casi 90 minutos de reunión con el ministro Luis Caputo y el puñado de dirigentes industriales encabezados por el titular de la UIA, Martín Rappallini, David Uriburu (Techint), Eduardo Nogués (Ledesma), Modesto Magadán (Arcor) y Rodrigo Pérez Graziano (Stellanti), se fue con la sensación de haber sido escuchados y la promesa de medidas de alivio.
Entre ellas, la posibilidad de pagar cargas sociales a cuenta de IVA en actividades que están en la informalidad y en la medida que blanqueen la fuerza laboral. Otra: que se vuelvan a considerar los valores de referencia en el ingreso de los productos importados.
Durante la reunión la agenda pasó por el impacto de las importaciones, el contrabando, el flamante RIMI (incentivos para las empresas pequeñas), las nuevas bandas cambiarias y la reforma laboral.
La UIA celebró eso sí, las nuevas bandas cambiarias por un dólar que a su juicio no se va a atrasar lo que “mejora la competitividad y pone un freno suave a algunas importaciones”, dijeron.
La entidad se muestra muy comprometida con la reforma laboral, al punto que el martes visitó al bloque radical para que su aprobación no se dilate. Se llevaron como impresión que se votará casi a libro cerrado.
Para la UIA, la nueva normativa “apunta a reducir la litigiosidad, dar mayor previsibilidad a las empresas y fomentar la creación de empleo formal, aspectos centrales para el desarrollo industrial que genera empleo intensivo y calificado de forma directa y también en su cadena de valor”. Hoy regresan al Congreso a intentar convencer a otros bloques.
Más tarde, la entidad realizó su última reunión de Junta Directiva en 2025, y repasó la situación de la industria en el tramo final del año.
En un comunicado informaron que la actividad está amesetada, hay pérdida de puestos de trabajo y dificultades para sostener la producción en ciertos sectores.
Allí contaron que acordaron mantener una agenda de gestión con el Gobierno para trabajar en conjunto sobre los problemas del sector. La semana pasada, Rappallini se reunió con el secretario de Hacienda, Carlos Guberman.
“En 2025, la actividad industrial estuvo signada por una dinámica productiva débil, heterogénea entre sectores y con impacto negativo sobre el empleo formal (4.303 empleos menos en septiembre y 21.190 empleos menos en los primeros 9 meses del año)”, señalaron.
Eso sí, en la reunión de junta, los industriales señalaron que la estabilización macroeconómica y el equilibrio fiscal son pasos muy positivos. Insistieron en mayor acceso al crédito y reducción de la presión fiscal récord para competir en igualdad de condiciones.
