miércoles, 17 diciembre, 2025
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Chau plazo fijo: la billetera que paga 30% y humilla a los bancos con rendimientos récord

Diciembre llegó con el aguinaldo bajo el brazo y una pregunta que se repite en millones de hogares argentinos: qué hacer con los pesos para que no se licúen. El reflejo histórico de correr al banco y armar un Plazo Fijo perdió sentido en este cierre de 2025, marcado por un cambio profundo en el mapa de rendimientos. Hoy, el ahorro conservador ya no pasa necesariamente por una sucursal bancaria.

La inflación sigue siendo un factor de desgaste diario y, aunque desacelerada, continúa erosionando el poder de compra. En ese contexto, dejar el dinero inmovilizado durante 30 días empieza a verse como una desventaja más que como una garantía. El costo de oportunidad de no poder usar la plata en diciembre, un mes cargado de gastos extraordinarios, pesa cada vez más.

Mientras tanto, las billeteras virtuales aprovecharon el momento. Con estructuras más flexibles y una necesidad clara de captar fondos, las fintech salieron a competir fuerte por los pesos del aguinaldo. El resultado fue inesperado: tasas más altas que las de los bancos y con liquidez inmediata.

La consecuencia es directa. El ahorrista conservador ya no solo compara seguridad, sino también rendimiento y disponibilidad. Y en ese triple juego, el Plazo Fijo empezó a quedar relegado frente a opciones digitales que, hasta hace poco, eran vistas solo como herramientas de pago.

La caída de los gigantes: por qué el banco ya no conviene

El Plazo Fijo tradicional atraviesa uno de los momentos más flojos de los últimos años. Durante diciembre de 2025, la mayoría de los bancos privados ofrecen tasas que se mueven en un rango de 21% a 24% de Tasa Nominal Anual, un nivel que apenas empata —cuando no pierde— contra la inflación proyectada para el mes.

El problema central no es únicamente la tasa, sino la combinación de bajo rendimiento y falta total de liquidez. Al constituir un Plazo Fijo, el dinero queda bloqueado durante 30 días, sin posibilidad de rescate. En un mes donde los gastos se multiplican, esa rigidez se transforma en una carga adicional para el presupuesto.

La explicación de fondo es estructural. Con menor demanda de crédito y exceso de pesos en el sistema, los bancos no tienen incentivos para pagar más por los depósitos. El ahorrista queda atrapado en una ecuación desfavorable: resigna tasa y resigna flexibilidad.

Así, el Plazo Fijo deja de ser una herramienta eficiente para administrar el aguinaldo. Ya no cumple su función histórica de proteger el ahorro, y obliga a asumir un costo innecesario en un contexto donde existen alternativas más dinámicas.

El contraataque digital: billeteras que pagan hasta 30%

En la vereda opuesta aparecen las billeteras virtuales, que decidieron ir a contramano del sistema financiero tradicional. La sorpresa de diciembre es Ualá, que ofrece una Tasa Nominal Anual del 30% en su cuenta remunerada, una cifra muy superior a la bancaria y con una ventaja clave: el dinero sigue disponible en todo momento.

Muy cerca se ubica Naranja X, con rendimientos cercanos al 29%, consolidándose como otra opción fuerte para quienes priorizan rentabilidad de corto plazo. Estas fintech entendieron que el usuario quiere ver crecer su dinero sin resignar la posibilidad de usarlo cuando lo necesita.

No todas las billeteras, sin embargo, juegan el mismo partido. Algunas de las más masivas quedaron retrasadas en esta carrera, con tasas que no llegan al 20%. La diferencia entre elegir bien o mal no es menor y se traduce en miles de pesos al mes por simple inercia financiera.

La combinación de alta tasa y liquidez inmediata es el golpe decisivo contra el Plazo Fijo. La plata rinde mientras está en la cuenta y deja de rendir solo cuando se gasta, sin penalidades ni tiempos de espera.

La calculadora no miente: cuánto ganás con $1.000.000

Los números ayudan a dimensionar el cambio de escenario. Si hoy colocás $1.000.000 en un Plazo Fijo bancario con una TNA del 22%, al cabo de 30 días la ganancia ronda los $18.000, con el capital completamente inmovilizado durante ese período.

En cambio, si ese mismo millón se deposita en una billetera que paga 30%, el interés mensual supera los $24.000. La diferencia es contundente: más de $6.000 adicionales sin asumir mayor riesgo ni perder liquidez.

Incluso alternativas apenas por debajo, con tasas cercanas al 29%, continúan dejando muy atrás a los bancos. En un mes, la brecha entre una billetera bien elegida y una mal elegida puede acercarse a los $9.000 por cada millón invertido.

La conclusión es directa: la información vale plata. En diciembre, equivocarse de instrumento no es un error teórico, sino una pérdida concreta de ingresos.

La letra chica y la estrategia para no equivocarse

Antes de mover el dinero, hay un detalle clave que no se puede ignorar: los topes de rendimiento. Muchas billeteras aplican sus mejores tasas hasta cierto monto, que suele ubicarse entre $500.000 y $1.000.000, y pagan menos por el excedente.

Para quienes manejan montos mayores, la estrategia más eficiente es dividir el capital. Aprovechar el tope máximo de una billetera, complementar con otra de buen rendimiento y mantener el resto en instrumentos líquidos permite sostener una tasa promedio elevada.

Otro punto central es que estas tasas no están garantizadas por 30 días. Pueden modificarse. Pero, a diferencia del Plazo Fijo, esa variabilidad juega a favor del usuario, que puede mover su dinero en segundos si aparece una mejor opción.

En este diciembre de 2025, el veredicto es claro: el Plazo Fijo quedó viejo. Hoy, las billeteras virtuales ofrecen mejor rendimiento, más libertad y una herramienta mucho más eficiente para administrar el aguinaldo sin perder contra la inflación.

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