La maratón de partidos que tendrá Boca en el comienzo del 2025

21/12/2024 10:37hs. Actualizado al 21/12/2024 10:42hs.

Podría haberlo evitado. Sumar algunos puntos más, no desatender tanto el día a día. Cualquier alternativa que hoy le hubiese permitido a Boca no tener que exponerse a jugar dos fases previas antes de sentirse realmente dentro de la Copa Libertadores supondría una realidad distinta a la que se aproxima, con la confirmación de un calendario que -en fechas y algunos otros detalles- puede resultar fatal.

No son ajenas tampoco las preocupaciones y el fastidio puertas adentro, al ver cómo de aquellos que se alarmaron por ver a un equipo jugando cada cuatro días en etapa de definiciones, ninguno siquiera registra hoy la maratón de partidos que debería afrontar Boca si termina jugando la fase 3 de la CL.

El debut del Xeneize en la Zona A de la primera edición anual de la Copa de la Liga será ante Argentinos Juniors en la Bombonera. Pero enseguida, esa misma semana, llegará el primer viaje: a Santa Fé para jugar miércoles o jueves ante Unión.

A la vuelta de la esquina del inicio (tras recibir a Huracán y con la única semana de las primeras siete sin doble competencia), tendrá ya su primer clásico de la temporada: contra Racing, y -tal como será el primer superclásico del año- en condición de visitante.

Esa semana ya dará comienzo a la seguidilla más intensa, que supondrá jugar dos partidos cada siete días durante cuatro semanas: los primeros dos, por el plano local (Independiente Rivadavia en la Boca y una visita a Banfield) y luego sí, la ida por la fase 2 de la Copa (frente a Nacional de Paraguay o Alianza Lima) para -intercalados- jugar uno de Liga y uno de Copa hasta saber si jugará o no la fase de grupos. Cansador de solo enumerarlo.

Recién un par de días antes de ese 18 de febrero (fecha fijada para el inicio del camino copero) se sabrá rival y destino, que pueden ser ir hasta Paraguay o bien un poco más arriba en el mapa para visitar a los de Pipo Gorosito y compañía.

13 partidos en 45 días

En total, pensando en un pase a esa etapa decisiva jugándose el 12 de marzo, el equipo de Gago habrá llegado a ese momento transcurridos 45 días y habiendo disputado 13 partidos, con la chance de jugar también alguna definición por penales (y siempre que no se intente interponer el choque de Copa Argentina ante Argentino de Monte Maíz en la única semana sin doble competencia).

Será un promedio de casi un partido cada tres días. En los que Boca tendrá como prioridad meterse en la fase de grupos de la Libertadores, pero que con las experiencias recientes no querrá dejar desatendido el asunto local. Y que -de salir fortalecido en ambos- será cosa seria.

Riquelme y Gago en octubre, durante la asunción del nuevo DT.

Lo que sigue

Hasta ahí -contando el partido con Aldosivi, el interzonal del 2 de marzo ante Rosario Central (ambos de local) y la fecha 9 como visitante ante Central Córdoba en Santiago del Estero- se habrán jugado nueve fechas. Y el tramo final de esta primera Copa de la Liga para Boca será así: El 16 de marzo recibirá a Defensa, justo antes del primer parate por fecha FIFA. El 30, viajará a Rosario para jugar contra Newell’s, mientras que el 6 de abril (luego del inicio de la fase de grupos de CL), volverá a viajar, esta vez a Córdoba para enfrentar a Belgrano.

Las últimas tres fechas serán ante Estudiantes en la Bombonera (el 20/4), el Súper del 27/4 ante River y el cierre la semana del 4 de mayo ante Tigre, también como visitante. Un calendario apretado por demás, con dos clásicos fuera de casa y cuatro viajes fuera de la ciudad de los seis partidos restantes que jugará de visitante, y una cuenta total que podría configurar más de 20 partidos en apenas tres meses.

A apurar el mercado