Pete Hegseth, secretario de Defensa de Estados Unidos, visitó este martes la base estadounidense de Guantánamo, en Cuba, a la que llamó “la primera línea de la guerra” migratoria. «Se trata de una parada temporal crítica en el procesamiento de estos peligrosos extranjeros ilegales de cara a su eventual expulsión de nuestro país», remarcó el funcionario.
Este centro militar es famoso por su prisión, instalada después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, donde se encuentran encarceladas 15 personas. El presidente norteamericano Donald Trump quiere instalar allí un centro de detención para 30.000 migrantes.
«He llegado a la Base Naval de la Bahía de Guantánamo, en primera línea de la guerra contra la frontera sur de Estados Unidos«, escribió Hegseth en su cuenta de la red social X, refiriéndose a la afluencia de migrantes en situación irregular a través de México.
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«La protección del territorio soberano de Estados Unidos es la misión del Departamento de Defensa. Hemos actuado con rapidez para implementar las órdenes ejecutivas del Comandante en Jefe sobre seguridad fronteriza«, continuó el funcionario.
Hegseth acompañó sus palabras con un video donde se lo puede ver saludando a las tropas en la base del sureste de Cuba, donde una vez él mismo sirvió como oficial. Más tarde, publicó imágenes en las que aparece reunido con otros militares y, junto a ellas, escribió: “Estos guerreros apoyan directamente la detención y deportación de peligrosos extranjeros ilegales. No podemos agradecérselo lo suficiente, ni a ellos ni a sus familias”.
El jueves pasado, 177 migrantes venezolanos que estaban detenidos en Guantánamo fueron enviados a Venezuela como parte de acuerdos bilaterales. Hegseth contó en X que presenció la llegada de un avión militar estadounidense que transportaba más migrantes detenidos, sin especificar cuántos eran.
El secretario de Defensa aseguró sentirse orgulloso de colaborar con otras agencias gubernamentales «para expulsar a quienes han infringido nuestra soberanía territorial».
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Por su parte, Alvin Holsey, jefe del Comando Sur de Estados Unidos y supervisor encargado de la base naval en Guantánamo, aseguró que el número de migrantes detenidos en el lugar aumentó.
«Estamos haciendo un enfoque gradual», comentó el funcionario a los miembros de la Comisión del Senado sobre las Fuerzas Armadas. De acuerdo con sus cifras, la base tiene capacidad actualmente para albergar a 2.500 inmigrantes no violentos.
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Donald Trump convirtió la lucha contra la migración irregular en una de sus máximas prioridades y, durante su última campaña presidencial, prometió una vasta campaña de deportaciones si ganaba.
Apenas regresó a la Casa Blanca, el mandatario republicano declaró el estado de emergencia en la frontera entre Estados Unidos y México y envió al ejército para protegerla. Como respuesta a estas acciones, organizaciones de derechos humanos y de refugiados presentaron una demanda en su contra. Por su parte, la ONU pidió, en enero pasado, que los migrantes sólo permanezcan detenidos “como último recurso”.
HM/ML