Desde su arresto domiciliario en Asunción, el exsenador Edgardo Kueider rompió el silencio en una entrevista que concedió al La Nación. Su interlocutora fue la periodista Camila Dolabjian, y Kueider intentó desligarse de las acusaciones por presunto contrabando y lavado de dinero, denunció que es víctima «de una persecución política» y trazó un vínculo directo entre su situación judicial en la Argentina y el aoyo que brindó eu momento a la Ley Bases del gobierno de Javier Milei. “Estoy viviendo una pesadilla”, dijo. Y agregó: “Me expulsaron del Senado sin respetar ninguna garantía”.
Kueider sostuvo que sus tensiones con el kirchnerismo comenzaron durante el gobierno de Alberto Fernández, cuando Cristina Kirchner presidía el Senado. “Yo peleaba por leyes para la provincia de Entre Ríos y no encontraba eco en la agenda legislativa porque estaba centrada en designaciones judiciales y cuestiones personalísimas de la presidenta del Senado”, afirmó. Contó incluso que su propio bloque lo responsabilizó por la caída de un dictamen clave y que el entonces jefe de bancada, José Mayans, llegó a decirle: “Ya vas a estar vos con un tema judicial y te quiero ver”.
La situación se tensó aún más con la llegada de la Ley Bases al Congreso. Según el exsenador, había un clima de extrema fragilidad institucional. “Muchos aventuraban que para abril el Gobierno iba a caer”, recordó. Y justificó su voto afirmativo: “Yo no me voy a ver nunca en una posición de hacer caer a un gobierno recientemente elegido. Si la gente votó un presidente que propone estas cosas, hay que entender que no te votaron a vos porque hiciste mal las cosas”.
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Afirmó que su decisión desató una ola de amenazas. “Sí, muchas veces. Recibí mensajes privados de dirigentes de menor rango del kirchnerismo. El día de la sanción de la ley tuve que llamar al gobernador de Entre Ríos para pedir custodia policial. Me llegaban capturas de pantalla de grupos que decían que iban a prender fuego mi casa”, reveló.
El caso del dinero no declarado en Paraguay
En relación con el episodio que derivó en su detención en Paraguay, reconoció que no declaró los 250.000 dólares transportados, aunque cuestionó el procedimiento aduanero, negó la existencia de coimas y que el dinero fuera suyo. “Esa es la falta, por eso estoy acá. Pero el dinero no era mío. Primero y principal, no era dinero mío. Segundo, metieron todo en una sola mochila, como si fuera todo mío. Me tienen ahí como dos horas, después llegan otras autoridades, hacen el procedimiento y filman todo como si yo fuera el único responsable”.
Kueider insistió en que el dinero pertenecía a negocios desarrollados por la persona que lo acompañaba en el viaje. “Ella hacía operaciones de intermediación. El dinero era de inversionistas con los que ella trabajaba”, sostuvo. También negó que se tratara de una empleada suya: “Trabajó cuatro meses en el Senado. Tuvo un contrato y nada más”.
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Frente a la sospecha de que el dinero provenía de una coima por su voto a favor de la Ley Bases, fue tajante: “Ese dinero no proviene de la Argentina. ¿Para qué voy a trasladar 200.000 dólares desde la Argentina si está habilitado el blanqueo? No proviene de la Ley Bases. Son operaciones lícitas en Paraguay”.
Patrimonio y vínculos comerciales
Consultado sobre su situación patrimonial, aclaró que no tiene inversiones en Paraguay y que su única empresa activa es Edecom SA, dedicada al marketing y al desarrollo de software. “La tengo con mi hijo. Yo tengo el 90% de las acciones y soy el presidente. Es una empresa totalmente regular, jamás contrató con el Estado”, explicó. Y sumó: “Ahora está todo bloqueado por la causa. Mi hija no cobra el sueldo desde hace siete meses. Es un daño irreparable”.
También habló sobre Betail SA, una sociedad que figura en su declaración jurada. “Un primo mío que vivía en España quería volver y propuse montar un criadero de pollos. Como no se hizo por la pandemia, se preservó el capital en una operación inmobiliaria. Pero no se desarrolló actividad comercial. Solo hubo una operación vinculada al alcohol en gel, y yo no participé”.
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Negó vínculos con empresarios involucrados en maniobras inmobiliarias en Asunción y aseguró que no participó en ninguna operación comercial irregular. “No vas a encontrar ninguna inversión mía en Asunción. No hice operaciones comerciales en Paraguay, ninguna. Cero”, afirmó. Sobre los supuestos chats aportados por un constructor paraguayo, dijo: “Yo no le escribí. No tengo ninguna relación con él. Lo que dijo se contradice en menos de 24 horas entre distintas entrevistas”.
Kueider también fue consultado por los videos que lo muestran contando dinero en su despacho en Entre Ríos. Aclaró que pertenecían a cámaras de seguridad que él mismo instaló. “Era para transparentar la gestión. Estaban archivados. Me los hackearon en medio de una disputa entre el exgobernador Urribarri y Bordet por la presidencia de la Cámara de Diputados”.
“Mi expulsión del Senado fue una decisión política”
Sobre su expulsión del Senado, fue contundente: “Se violentaron todas las garantías habidas y por haber. No se respetó el derecho de defensa. No me dejaron presentar pruebas ni dar mi descargo. Fue una decisión política, demagógica. Luis Juez y la presidenta del Senado facilitaron esa situación”. Y criticó especialmente el rol de Victoria Villarruel: “La jueza pidió el desafuero minutos antes del inicio de la sesión. Ella accedió y se concretó la expulsión. Milei estaba fuera del país. Ella tenía que estar a cargo. El país quedó acéfalo. Eso es muy peligroso”.
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Consultado por la causa judicial que se tramita en Argentina, negó cualquier relación con la firma Securitas. “En cinco años de investigación, en ningún chat, papel o testimonio aparezco yo. Me hicieron 40 allanamientos. Me vinculan con sociedades de personas que ni conozco. Hasta me quieren asociar a un mensaje en el que un empresario se refiere a un tal ‘turco Cuaider’. Ni siquiera saben cómo se escribe mi apellido”.
Aunque se cuidó de acusar directamente a la jueza Sandra Arroyo Salgado, deslizó que su actuación fue arbitraria: “No quiero decir que me persigue políticamente. Pero me está acusando de algo que no hice. Si la justicia hiciera las cosas bien, esto se resuelve en dos minutos”.
Sobre su futuro, dijo que quiere regresar a la Argentina. “Es mi país. Quiero ver a mis hijos. No los veo desde que estoy acá porque tienen prohibido salir del país por disposición de la jueza”. Y cerró: “Si tengo que pagar por alguna irregularidad o desprolijidad, lo haré. Pero no voy a pagar por lo que no hice. Eso es lo que busca alguien que quiere justicia”.
NG/HB